El acuerdo se ha materializado con las clases de alternancia que culminaron con la certificación de alumnos de las especialidades de Gastronomía y Enfermería.
A pocos días de terminar su formación en las aulas del Liceo José Victorino Lastarria, estudiantes de 4° medio asistieron a clases de alternancia en el Centro de Formación Técnica Santo Tomás, sede Rancagua. Esta iniciativa nace de un convenio que busca reforzar la formación de los estudiantes, de cara al inicio de sus prácticas.
La alianza entre ambas instituciones no es nueva, ya que el Rector de Santo Tomás participa en el Consejo Asesor del Liceo. “Es muy importante tener este vínculo donde nuestros estudiantes también adquieren conocimientos, habilidades, competencias, trabajo en equipo y también relevar la articulación que podemos tener. Para ellos es un plus que tengan este certificado de Santo Tomás”, indicó el director del Liceo José Victorino Lastarria, Dagoberto Barrios Gómez.
Como explica el director académico de Santo Tomás Rancagua, Alfredo Arias, un liceo se ve beneficiado en su gestión al suscribir convenios de alternancia: “Es primera vez en la Región que esta estrategia educativa se materializa a través de un convenio. Otro factor que se valora en alternancia es que el alumno logre visualizar la importancia de la especialidad que está estudiando, que le encuentre el sentido y vea las posibilidades laborales y también de capacitación. Dejamos abiertas las puertas en caso de que un estudiante quiera seguir avanzando en su carrera”.
Es así como los estudiantes de las especialidades de enfermería y de gastronomía tuvieron clases en la sala de simulación clínica y en los talleres de cocina, respectivamente, de Santo Tomás sede Rancagua. Esta iniciativa busca relacionarlos con las tecnologías y equipamiento; en este caso, durante 16 horas de práctica que fueron evaluadas por profesores tomasinos, aplicando los contenidos teóricos que recibieron en su Liceo.